Un día después de
la llegada de soldados rusos a la península de Crimea, en el sureste de
Ucrania, el primer ministro interino, Arseniy Yatsenyuk, dijo este lunes
que su gobierno no cederá la región.
"Nadie entregará a Crimea... No hay justificación para el uso de la
fuerza en contra de civiles y ucranianos, y para la entrada del
contingente militar ruso", dijo Yatsenyuk en una conferencia de prensa.
"Rusia jamás ha tenido justificación y no la tendrá".
Este domingo, el gobierno interino de Ucrania movilizó a sus tropas y convocó a los reservistas, ante lo que algunos funcionarios califican como una clara intervención rusa en Crimea.
Un alto funcionario de Estados Unidos dijo a CNN este domingo que las
fuerzas rusas tenían un "completo control operacional en la península
de Crimea". El oficial estimó que unos 6,000 soldados, incluidos
marinos, estaban en la región.
"No hay duda de que están en posición de ocupación, trayendo
refuerzos y estableciéndose", dijo otro funcionario del gobierno
estadounidense.
Yatsenyuk dijo que las acciones de Rusia son una "declaración de guerra" a su país.
Sin embargo, Rusia rechazó las acusaciones de que actúa agresivamente
en contra de su vecino y pidió a Occidente dejar de lado "cálculos
geopolíticos", en favor de los intereses de la gente.
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