A los niños, jóvenes y embarazadas se les atiende mediante un grupo formado por varios especialistas: un obstetra, un pediatra y un psicólogo. A través del equipo básico de cada consultorio o sea, el médico de la familia, este equipo incrementa todas las acciones de prevención encaminadas a prevenir la aparición de enfermedades infecciones y el control de las embarazadas y niños, así como el seguimiento y control de enfermedades crónicas.
Con
respecto a estas últimas, desarrollan estrategias en relación con
enfermedades respiratorias como la tuberculosis pulmonar. Se realiza una
pesquisa de personas con una sintomatología de tos y expectoraciones
por más de catorce días en grupos de riesgos como ancianos, alcohólicos,
diabéticos y los inmunodeprimidos. A estos pacientes se les indican
pruebas para detectar precozmente la tuberculosis.
Sobre las
enfermedades de transmisión sexual como el VIH-SIDA, la Hepatitis B, la
sífilis, entre otras, realizan acciones para mejorar la educación
sanitaria y la protección en el sexo a grupos de jóvenes y adolescentes.
Con el objetivo de incrementar el uso del condón para evitar el
contagio con estas enfermedades existen círculos de interés, charlas
educativas, encuentros con jóvenes y conferencias.Mediante un programa de vigilancia y lucha antivectorial visitan de forma periódica las viviendas para destruir todos los criaderos potenciales del Aedes Aegypti.
Entre el trabajador de la campaña y cada consultorio de la familia hay una vinculación directa para lograr acciones integrales entre organismos y la comunidad, encaminadas a evitar la presencia de los criaderos y así disminuir los índices de infestación y evitar la aparición del dengue.
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