Su compañero de mil batallas, Ernesto Guevara de la Serna, nuestro Che, al referirse a él en una ocasión expresó: Camilo era un hombre de anécdotas, de mil anécdotas, las creaba a su paso con naturalidad; unía su desenvoltura y su aprecio por el pueblo a su personalidad, eso que a veces se olvida y se desconoce, eso que imprimía el sello de Camilo a todo lo que le pertenecía, el distintivo precioso que tan pocos hombres alcanzan de dejar eso suyo, en cada acción.
Camilo Cienfuegos, un hombre de ayer, de hoy y de siempre; del pueblo y del mundo. Uno de los que con su fusil de futuro, hizo historia. En mi opinión debemos preservar los valores que él tuvo siempre. Intentemos matizar nuestras vidas con humor y amor. Amor a la revolución y a todo lo que nos ha brindado; y humor para enfrentar todas las calumnias que nos adjudica el imperialismo en su afán de dividirnos. Imitémoslo en nuestro andar de cada día, y tratemos que las nuevas generaciones lo hagan también.
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