Una comisión australiana está escuchando las denuncias de abuso
físico y sexual de niños bajo el cuidado del Ejército de Salvación
durante varias décadas.
El espeluznante trato en algunas casas de niños de la organización
incluía violación, palizas, dejar encerrados a los niños en jaulas y, en
un caso, obligando a un niño a comer su propio vómito, informó la
comisión el martes.
Las audiencias públicas, que se
llevaron a cabo en Sydney, son parte de una investigación de gran
alcance sobre cómo las instituciones australianas respondieron a casos
de abuso sexual en niños.
La fase actual se está centrando en la respuesta del Ejército de
Salvación al abuso que tuvo lugar en cuatro de sus casas de niños en los
estados de Queensland y New South Wales durante los años sesenta y
setenta del siglo pasado.
'El fracaso más grande'
El Ejército de Salvación no está negando el abuso, que salió a la luz
previamente. Se ha disculpado, reconociendo que cientos de niños a su
cargo sufrieron.
"Esta audiencia traerá a la luz el mayor fracaso en la historia del
Ejército de Salvación en Australia", dijo Kate Eastman, abogada del
grupo, el martes, según Seven Network, filial de CNN.
Las cuatro casas en el centro de las audiencias fueron identificadas
por la Comisión Real encargada de las respuestas institucionales ante
abuso sexual de niños como aquellas donde la mayoría de los reclamos por
abuso se realizaron al Ejército de Salvación.
Las casas: Indoroopilly y Riverview en Quennsland, y Bexley y Gill en New South Wales, fueron clausuradas antes de 1980.
Castigo y abuso
El día martes la comisión escuchó versiones acerca de castigos
inusualmente brutales o humillantes, incluyendo el caso de una casa en
la que dos niños fueron encerrados en jaulas ubicadas en un balcón.
"Otras formas de castigo incluían barrer el patio con un cepillo de
dientes, limpiar 50 pares de zapatos, limpiar las jaulas de las palomas
y, en una ocasión, obligar a un niño a comer su propio vómito", expresó
Simeon Beckett, asesor de la comisión.
Las acusaciones de abuso sexual generalizado llevadas a cabo por
oficiales del Ejército de Salvación y por algunos de los niños bajo su
supervisión también fueron descritos.
En la casa Bexley, miembros del público también abusaron de los
niños, declaró Beckett, posiblemente con el conocimiento de los miembros
del equipo del Ejército de Salvación.
"Estas personas tenían acceso a los dormitorios de los niños durante
la noche y entraban a los mismos y agredirían sexualmente a los niños",
dijo él.
Denuncias desestimadas
Las evidencias sugieren que muchos de los niños no se quejaron del
abuso sexual en su momento porque tenían miedo del castigo o las
represalias, dijo Beckett.
Aquellos que sí se quejaron, por lo general, no fueron tomados en serio.
"En algunos casos, cuando se informaba del abuso, a menudo no se le
creía a los niños y se les castigaba por denunciar lo que se calificaba
como 'mentiras'" dijo en la audiencia. .
Algunos de los residentes anteriores de las casas que son invitados a
testificar en el curso de las audiencias esperan poder declarar que
"aún cuando escapaban de las casas y recurrían a la policía a denunciar
lo que ocurría, eran devueltos a las casas donde luego se les castigaba
físicamente", declaró Beckett.
Otros testigos que debían comparecer ante la comisión incluían
miembros del personal de las casas y oficiales de las fuerzas de
seguridad, el gobierno y el Ejército de Salvación.
El Ejército de Salvación ha efectuado pagos a muchas de las víctimas de los abusos.
"El Ejército de Salvación siente un profundo arrepentimiento por cada
caso de abuso sexual efectuado a niños bajo nuestros cuidados", expresa
la organización en una declaración en su portal. "Estamos consternados que tales cosas sucedieran. Reconocemos que fue una falta de gran magnitud".
La investigación sobre la respuesta del Ejército de Salvación está en
la quinta fase de la audiencia pública llevada a cabo por la Comisión
Real. Las audiencias anteriores analizaron los argumentos de acusaciones
de abuso sexual por parte de organizaciones de niños y e iglesias.
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